La desigualdad es un riesgo de salud, y está empeorando

La desigualdad en la sociedad es un problema que no solo afecta la distribución de recursos, sino que también tiene un impacto directo en la salud de las personas. Estudios han demostrado que las personas que viven en entornos con altos niveles de desigualdad tienen peores resultados de salud en comparación con aquellas que viven en entornos más equitativos.

La desigualdad en el acceso a la atención médica, a una alimentación adecuada, a condiciones de vivienda dignas y a oportunidades de educación y empleo, contribuye a la aparición de enfermedades crónicas, como la diabetes, la obesidad, enfermedades cardiovasculares, entre otras. Además, la desigualdad también está relacionada con problemas de salud mental, estrés y una menor esperanza de vida.

Es importante que se tomen medidas para reducir la desigualdad en la sociedad, ya que no solo es un problema de injusticia social, sino que también es un riesgo para la salud de toda la población. Promover la equidad en el acceso a los servicios de salud, garantizar oportunidades de educación y empleo para todos, y crear políticas que reduzcan la brecha entre los más ricos y los más pobres, son acciones necesarias para mejorar la salud y el bienestar de la sociedad en su conjunto.